A veces nos sorprendemos completamente inconformes con nosotros mismos, en algún aspecto de la vida.
Sabemos que hay algo en lo que debemos mejorar, o que existe alguna situación que queremos cambiar desde hace tiempo, pero notamos que ha pasado el tiempo y aún no hacemos nada al respecto.
En ese punto podemos caer en la tentación de renunciar, de deprimirnos o de volvernos algo cínicos: “¡No lo voy a hacer! Ya está. Es mi problema.
Las soluciones que nunca terminamos de concretar se refieren a veces a pequeños problemas de la vida cotidiana: organizar la habitación o controlar mejor el presupuesto.
En otras ocasiones suponen dificultades de gran complejidad, como abandonar una relación enfermiza o salir de un trabajo completamente frustrante.
¿Es el primer paso el más difícil?
El primer paso es muchas veces el más difícil de dar o de hacer pero tal vez sea el más importante. Una vez que hayas empezado solo debes avanzar mejorando corrigiendo pero avanzar.
Sin embargo, uno de los impactos más grandes que sufre quien toma la decisión de actuar es entender que el primer paso casi nunca es el más difícil. De hecho, puedo decirte que es fácil, porque lo verdaderamente difícil es avanzar, persistir cuando se presentan las dificultades. En otras palabras, lo complicado no es comenzar, sino mantenerse en movimiento.
Nos dicen que lo difícil es comenzar y nos venden la idea de que a partir de ese momento todo será fácil.
Y, no, no es así. Comenzar suele ser difícil, en especial cuando no sabes cómo, pero ese es un paso que se resuelve con relativa comodidad.
¿Qué quiero decir? Comienzas o no comienzas, ese es todo el dilema. Si lo haces, se acaban el miedo al primer paso, se acaba la incertidumbre, se acaba la ansiedad. ¡Perfecto!
Si no comienzas, seguirás con miedo, con incertidumbre y con ansiedad, pero nada más. Sin embargo, si comienzas, en el camino encontrarás dificultades, te hará falta conocimiento, acusarás la falta de experiencia.
Lo primero que podemos decirte es que no hay fórmulas mágicas, ni libretos ideales. Dado que cada ser humano es distinto, con unas fortalezas específicas y unas debilidades particulares, como decía el poeta español Antonio Machado, “se hace camino al andar”. Das el primer paso y comienzas a abrirte paso en medio del espeso bosque, quitando la maleza, evitando a las fieras salvajes.
Según Robert Maurer, director de Ciencias del Comportamiento en el Centro Médico UCLA de Santa Mónica (EE. UU), la dificultad de dar el primer paso tiene que ver con el miedo. Cuando te enfrentas a un desafío nuevo, significa que tienes que dejar atrás tu rutina segura. La amígdala de tu cerebro, a la que le gusta la tranquilidad, la claridad y la previsibilidad (ya que son buenas para la supervivencia) activa una alarma, y aparece un bloqueo.
¿Cómo puedes vencer ese bloqueo y dar ese primer paso?
Para poder transitar situaciones complicadas es mejor estar acompañados, no quedarse solo tratando de pasar esta situación, que uno pueda contar con gente con quien hablar, que pueda poner en palabras las distintas situaciones de malestar que pueda estar atravesando con su red de familiares o amigos.
Recorrer el camino acompañado de alguien que te apoye y te impulse lo hace mucho más corto y más suave.
En Fundación EntreTodas, te invitamos a que seas parte de nuestros círculos de mujeres los cuales están inspirados en los antiguos círculos de abuelas sabias. En estas reuniones acompañamos a mujeres hacia nuevos “despertares” internos entregándoles herramientas para dar esos primeros pasos.
Ahora bien, este no es un proceso precisamente fácil por eso te recomendamos hacerlo EntreTodas.
El hecho de que ahora no estés contento con tu vida no implica que deba ser así para siempre. Recuerda que la vida está llena de momentos, unos alegres, otros no tanto, pero al final no son más que eso, momentos. Las oportunidades están siempre allí aunque no las veas.
No porque no veas al sol en un día nublado implica que él no esté ahí, aprende a mirar detrás de las nubes. Vamos! Atrévete a dar el primer paso, solo tú puedes hacer algo por ti….y por tu vida!
Así que aunque lo más difícil sea ese primer paso, recuerda que aún es más importante darlo. Aunque cueste, aunque notes resistencia, da ese primer paso.
Nuestro equipo de Fundación Entretodas estaremos felices de acompañarte en ese camino.
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