La historia de Sofi quizá sea una de muchas que no se cuentan por vergüenza, por pudor, por miedo a lo que diga la gente.
Hoy conversaremos de esos temas que a veces no solemos hablar, este espacio es para contar su historia y la tuya también.
Esta es la historia de Sofi, una mujer que no quiere que marchen por ella.
No quiere que otras sean su voz.
Ella no quiere que le pase nada.
Quiere que escuchemos su voz.
Quiere contar su historia para que no hayan otras historias iguales.
Gracias Sofi por tu valentía de estar aquí.
Gracias por decirle sí a la vida y permitirnos escuchar tu voz.
“Y aún así me levanto.”
Maya Angelou
¿Para qué voy a contarlo, si nadie puede ayudarme?
Porque contar tú historia es importante.
Intercambiar experiencias siempre ha sido la base de Fundación EntreTodas porque pensamos que compartiendo vivencias similares podemos alentar a las personas que están pasando por una situación complicada a salir adelante.
Entendemos que la historia de cada mujer es totalmente única, sin embargo encontramos puntos de conexión cuando desnudamos nuestra alma y nos damos cuenta de que las alegrías, frustraciones, penas y problemas trascienden edades y crean un nexo real y tangible.
Escuchar las historias de otras mujeres nos da permiso para aceptar nuestras propias emociones y los sinsabores que encontramos, reflexionar sobre las expectativas que no podremos cumplir y apoyarnos en quienes ya han vivido algo similar.
Existe un momento mágico cuando cuentas tu historia: cuando te das cuenta que no eres la única que pasa por algo. Ese instante en el que te das cuenta que no estás sola.
No se trata únicamente de que otra persona te de las respuestas para superar los obstáculos que enfrentas. Se trata de sentir que alguien te entiende.
“Donde hay una mujer hay magia.”
Ntozake Shange
Descubrimos que nuestra historia se refleja en las historias de otras (más allá de las diferencias de edad, cultura o recorrido de vida) y forma parte de la riqueza de la vivencia colectiva de ser mujer.
Cuando las mujeres se juntan, no con la intención de «charlar» sino que a compartir sus historias con la convicción de armar una red, se genera algo muy poderoso, como si las matrices se unieran para aprender y contenerse unas a otras.
Es así: un grupo de mujeres se reúne y en seguida hace un nido.
Nada reemplaza el lazo emocional que se forja cuando compartes tus sentimientos, cuando te sinceras contigo y los demás a través de un simple relato.
La visibilización de estos casos tiene un impacto de proporciones gigantes: ayudan a sanar, impulsan a otras mujeres a denunciar, relatan detalles que se creían naturalizados y ponen el reflector sobre hechos ignorados durante años.
» No sabía lo que quería hacer,
pero sabía la mujer en la que quería convertirme»
Diane von Fürstenberg
¿Cómo puedo saber si soy víctima de violencia de género ?
“Nadie puede hacerte sentir inferior
sin tu consentimiento.”
Eleanor Roosevelt
Te ofrecemos algunas claves para reconocer estas conductas tóxicas de tu pareja que podrían estar destruyendo tu autoestima y a las que tal vez deberías replantearte ponerle fin:
No te sientes libre de pensar, decidir, actuar ni valorar. Siempre tienes esa necesidad de consultarlo todo antes, ya que siempre te asalta la duda de ‘qué pensaría él o cómo va a reaccionar’.
No dispones de tu dinero por completo, él es quien lo maneja y quien decide para qué y cómo se destina.
No puedes vestir como quieras, te preocupa si enseñas demasiado o si él aprobará el look.
“Lo más hermoso que puede ponerse una mujer
es la confianza.”
Anónimo
No puedes llegar a la hora que quieras a casa, tienes un toque de queda como si fueras una adolescente. Tienes que pedir permiso o dar explicaciones cada vez que entras y sales.
No tienes criterio dentro de tu propia casa o dentro de tu relación. Cuando algo no va bien, toda la responsabilidad cae sobre ti, siempre eres la única responsable. A veces sientes culpa.
No puedes ofrecer nunca tu punto de vista sobre ningún tema, cada vez que lo intentas sientes que te has metido en una especie de ‘túnel del terror’. Tus opiniones, inquietudes o pensamientos valen menos a sus ojos hasta el punto de que incluso tú misma cuestiones su valía.
No tienes el control total sobre tu vida. Él es quien revisa tus horarios, amistades, mensajes del móvil y redes sociales, dinero, tiempo libre, ropa… Acostumbras a pasarle casi un ‘informe pormenorizado’ de tu día entero.
No te sientes valorada, estás metida en una espiral de chantajes y reproches. Vives con miedo, ya que temes su reacción o temes la manera en la que él se toma las cosas.
“Ella recordó quien era
y el juego cambió.”
Lalah Delia
No tienes tantos amigos como antes. Antes eras una persona sociable, pero tu círculo de amigos se ha reducido al mínimo. De todas formas, tampoco te atreves a contarles a tu entorno nada respecto a tus problemas de pareja.
Tienes miedo.
Y ahora ¿qué hacer?
Si te sientes reflejada con la mayoría de estas situaciones, ya no eres tú misma porque estás en un segundo plano y la voz de otra persona se ha ‘colado’ en tu cabeza diciendo lo que debes o no hacer, significa que “tu mente ha sido secuestrada” por alguien muy cercano a ti.
Esta voz interna solo te pone sobre aviso de lo que te vas a encontrar en casa, esa voz materializada en carne y hueso que puede pegar, empujar, asustar, amenazar… Aquel a quien conoces y con quien vives, la persona que se ha metido dentro de tu ser y ahora domina tu voluntad para que te sometas a la suya.
¿Estás lista para dar el primer paso?
«La pregunta no es quién va a dejarme, la pregunta es quién va a detenerme».
Ayn Rand
Cuanto más tiempo permanezcas en una relación abusiva, mayores serán las consecuencias físicas y emocionales.
Podrías sufrir depresión o ansiedad, o comenzar a dudar de tu capacidad para cuidarte. Podrías sentirte indefensa o paralizada.
La única manera de terminar con el ciclo de la violencia doméstica es actuando.
Empieza por contarle a alguien sobre el abuso, ya sea a un amigo, un ser querido, un proveedor de atención médica u otro contacto cercano.
Al principio, puede que te resulte difícil hablar del abuso.
Pero debes entender que no estás sola y que hay gente que puede ayudarte.
También es probable que sientas alivio y recibas el apoyo que tanto necesitas.
No es fácil reconocer o admitir que estás en una relación abusiva, pero podemos ayudarte.
Recuerda, nadie merece ser abusada.
“No puedes volver atrás y cambiar el principio,
pero puedes comenzar donde estás y cambiar el FINAL”
C.S. Lewis.
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Para contactar a Sofi lo puedes hacer a través de su cuenta de instagram @sofi_kayser_yoga
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