Todos los niños y niñas tienen los mismos derechos, independientemente de su sexo, nacionalidad, raza, religión, educación, nivel económico u orientación sexual. Así se reconoce en la Declaración Universal de los Derechos del Niño aprobada el 20 de Noviembre de 1959 por la Asamblea General de las Naciones unidas.
El concepto de “vulneración de derechos” corresponde a cualquier trasgresión a los derechos de niños, niñas y adolescentes establecidos en esa Convención. Según fuentes del Hogar de Cristo, en Chile, casi un tercio de la población de 0 a 17 años (32%) habita en hogares con ingresos insuficientes para satisfacer sus necesidades básicas y/o donde existen carencias en dimensiones relevantes para el bienestar, como salud, educación, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno, redes y cohesión social. Hay 10.815 niños, niñas y adolescentes (NNA) que han sido atendidos en residencias de protección y que durante 2017 fueron separados de sus padres o tutores debido a la grave vulneración a sus derechos. Existe para con ellos una deuda histórica ya que la gran mayoría de las residencias tiene un nivel de intervención básico.
Un tema que no puede dejar a nadie indiferente. Hoy junto a Chica Ginesta y Mariana Hales conversaremos con Bruna Faro, autora de Memorias de una niña Alba.
0 comentarios